Los animadores argentinos Gastón Ugarte y Cati Grasso estuvieron en el armado de los sets para la nueva película de Pixar, "Coco", que se estrenará en enero en Argentina, y cuentan con un asiento permanente para las próximas cintas de la empresa fundada por Steve Jobs.

En una entrevista en los estudios de Emeryville, California, Ugarte y Grasso explicaron cómo se trabaja en el gigante de la animación ganador de ocho premios Oscar y sostuvieron que en Argentina hay talento para desarrollar industria.

El caso de Ugarte, de 39 años, es el más antiguo: nacido en Tucumán, ingresó a Pixar hace 12 años, en 2005, y luego de modelar en "Un gran dinosaurio", pasó a ser líder del Departamento de Modelaje en "Coco".

Grasso llegó el año pasado luego de un par de pasantías y se puso bajo la órbita de su compatriota para diseñar los objetos del filme. "Mientras estaba en Argentina, Gastón me ayudó con el armado de mi portfolio y cuando entré a 'Coco' por suerte lo tuve como líder en el equipo", explica la joven de 28 años, recibida en la Universidad de Palermo.

"Yo -indica Ugarte- ayudo a reclutar en universidades. Siempre busco gente de Argentina y me gustaría que vengan más, porque allá hay mucho talento y muy buen diseño".

Sus días son más o menos similares e igual de demandantes. A las 9 suelen ingresar a un predio donde impera el pasto y los árboles, con cancha fútbol, gansos que pululan la zona, pileta, gimnasio y varias cocinas instaladas en el edificio principal Steve Jobs. Luego de la entrada a este idílico lugar de trabajo, rodeados de los personajes de "Toy Story", "Los Increíbles" y "Cars", comienzan la tarea artística, que se amalgama con la seguidilla de reuniones entre los diferentes departamentos.

"Es buenísimo tener el metegol, el gimnasio y todo eso, pero se trabaja mucho. Llegamos a hacer 85 horas por semana en los momentos de mayor presión", señala Ugarte, quien vive con su esposa y dos hijos en la montañosa zona de Walnut Creek.

El tucumano rememora sus inicios: "Éramos 475 empleados y hoy somos 1300. A pesar de que la empresa le pone ganas a la interacción entre nosotros, se hizo todo más impersonal y corporativo".

De todas formas, Ugarte aclara: "Si vas a Disney o Sony ves la diferencia. Ahí son muchos más y todos encerrados en cubículos. La filosofía de Steve Jobs se mantiene".

Progreso

Ugarte no trabajó palmo a palmo con el también fundador de Apple, pero sí recuerda que si bien no estaba en el detalle de Pixar, más de una vez inclinó la balanza sobre un personaje. "La empresa es muy democrática, también. Nadie tiene el puesto asegurado. Para cada nuevo proyecto, uno tiene que aplicar y pasar una serie de entrevistas para ver si es el más idóneo", comenta.

"Ahora tengo más roce con los capos de la empresa -acota Ugarte- y recién estoy aprendiendo sobre el resto de las áreas de una película. Quedé impactado cuando vi cómo Lee (Unkrich, el director de 'Coco') está empapado de todo el proceso de un filme".

La vida en Pixar parece idílica, cuestión que se acrecienta con el paisaje natural y cultura que ofrece el norte de California. A una hora y media hay un centro de ski, y a otra hora y media está la playa para surfear, atractivos que se complementan con la cantidad de shows musicales, obras de teatro y eventos que ofrecen las ondulantes calles de San Francisco.

"Los conciertos son bastantes caros y lo económico acá es difícil. El sueldo esta bien para vivir, pero el alquiler es muy alto", sostiene Grasso.

Ugarte pudo comprarse una casa "en una zona alejada de San Francisco y poco poblada", por lo que el precio de una propiedad es sensiblemente más bajo. "En San José (1 hora de San Francisco) un tres ambientes con un baño puede estar 900.000 dólares por la cercanía con Silicon Valley. Es una burbuja increíble", remarca. (Télam)